Tuve el privilegio de conocer a Sílice desde su nacimiento, conformada por un grupo de jóvenes profesionales con ideales comunes, grandes valores éticos y morales, y un claro espíritu emprendedor. Desde entonces ya se podía augurar su éxito, Han pasado varios años, y con orgullo se puede apreciar el sólido crecimiento profesional refrendado con reconocimientos locales e internacionales que ratifican todo el esfuerzo, trabajo en equipo y una clara visión empresarial.